Permíteme ver a mis hijos como la más grande de las bendiciones de Dios
No dejes que caiga en la ira o la desilusión, por que ellos son cuanto yo les doy, y si solo les doy tristeza, ellos no podrán crecer en la alegría.
Enséñame Ángel mío, el buen camino para moldearlos con la libertad de existir, y el regocijo de vivir.
Dame confianza y esperanza sin límites, para que pueda llenar sus corazones, así mañana mis hijos sean alabanza del Señor.
Permíteme encontrar a cada momento una alegría que sembrar en su presente, para que mañana una semilla de ternura crezca en sus mantos para cuantos les rodean.
Enséñame el camino de cómo volver a ser niño, para llegar a comprenderlos, hacerlos sentir especiales y amados.
Para enseñarles que la vida puede ser una amorosa cuna protegidos por mis brazos
Pero sobre todo Ángel mío:
Llevamé a donde los sueños son libres, para permitirle a mis hijos, ser lo que ellos quieran ser, para no hostigarlos, ni oprimirlos con mis propios sueños.
Para que sean libres, y el día de mañana entregar con orgullo a la humanidad sus sueños hechos realidad.
Trae ¡Oh Ángel Mensajero! , todas las bendiciones para ellos.
Porque hijo es una palabra de amor que Dios nos ha entregado
¡BENDICE A MIS HIJOS TUTELAR!

Ven espíritu santo, creador visita nuestra almas llena de tu gracia divina los corazones que creaste. O dulce consolador, don del altísimo dios agua viva fuego amor, santo crisma del alma. Dedo de la mano de dios promesa del salvador que radia tu siete dones, suscítanos la palabra. Se luz para el intelecto, amor para el corazón; sana nuestras heridas con el bálsamo de tu amor. Defiéndenos del enemigo, tráenos el don de la paz, tu guía indecible nos preserve del mar.
Luz de eterna sabiduría revélanos el gran misterio de dios padre y del hijo unido en un solo amor.
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